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✊ Política, Diseño y Libertad. ¡Vaya trío!
Fan de los tríos, los buenos, porque procuran ser armónicos. Así como las Tres Gracias, deidades griegas que desde su accionar colaborativo, su é(ste)tica, y modestia, surtían bienestar a toda la sociedad; así visualizo la tríada política, diseño y libertad.
6 minutos
Fan de los tríos, los buenos, porque procuran ser armónicos. Así como las Tres Gracias, deidades griegas que desde su accionar colaborativo, su é(ste)tica y modestia, surtían bienestar a toda la sociedad; así visualizo la tríada política, diseño y libertad.
Política, Diseño y Libertad. ¡Vaya trío! | 47 – Diseño, Arquitectura y Bienestar
Suelo hacer reflexiones atemporales, porque de esa manera este espacio es una suerte de repositorio de temas que se ajustan a la época. Estaba pensando en escribir sobre comfort food, o bicicletas; sin embargo el Twitter estaba repleto de pensamientos, posturas y llamados a votar, así que como ya tenía la idea del bienestar y la autonomía encima, qué mejor que hablar de Política, Diseño y Libertad. ¡Semejante trío!
Marco Vivencial
Desde 1998. Es la víspera de un nuevo milenio; sinónimo de desarrollo, nuevas tecnologías, mejoras en el estilo de vida, pero eso no era lo que le esperaba a Venezuela. Un régimen criminal y totalitario, alzando banderas «progresistas», puso al país en los peores puestos de desempeño a nivel mundial. Otrora nación «en vías de desarrollo», pionera de la democracia en la región. Nada de política en el ambiente, por el contrario una autocracia; asedio al desenvolvimiento de cualquier actividad, como el diseño y la academia; ausencia total de la libertad.
Año 2020. El desplome del país es de tal magnitud que no hubo imaginación que proyectara un escenario así. Millones de vidas frustradas, el país destruido sin un solo misil, el éxodo es impresionante. Y porque nos toca la fibra, aquí hemos hablado de migración.
En este ranking de libertad y democracia del Instituto CATO del 2017, Venezuela está bien abajito a la par de Siria. Justo por eso digo que no hubo ni un misil. Fijate que puedes navegar con el dedo o el mouse.
Período 2011-2013. Me van llamando la atención los planes de reconstrucción, las políticas de desarrollo y las estrategias de diseño en pro de la democracia y la libertad. De hecho, mi entusiasmo se juntó con el de unos amigos e hicimos una Política Nacional de Diseño, muy bonita por cierto, propuesta que hicimos llegar al candidato presidencial contrario (?) al régimen en 2012; luego propusimos una Oficina de Diseño adosada a la Alcaldía de Mérida, que negociamos con quien ganó la municipalidad para 2013. Y bueh, como suele ser en las esferas políticas (?) de Venezuela, nada pasó, ni un «bien, gracias». A los proyectistas no le paran ni medio.
Sin duda de ese marco vivencial se obtiene una verdad absoluta: totalitarismo y prohibición van de la de la mano. Y mira ya no más, que…
Yo lo que quiero es diseñar.
Política y Diseño
La política no es politiquería, pero es lo que abunda. Así que para limpiar la reputación de esa actividad comparto un bonito concepto, de los tantos que hay, que por pertinente conviene implementar.
La política es una actividad de las ciencias sociales, en virtud de la cual una sociedad libre, compuesta por personas libres, resuelve los problemas que le plantea su convivencia colectiva. Es un quehacer ordenado al bien común.
Bien común. A juzgar por este concepto de Wikipedia, la política conduce al bienestar, así como el diseño es una continua mejora de la calidad de vida. Por ende el diseño es políticamente correcto si está enmarcado en la ética, la responsabilidad, la sostenibilidad. Es el bienestar, el objetivo primordial tanto de la buena política como del buen diseño.
Sociedad libre. Es en libertad que el diseño tiene cabida y auge, y eso se consigue a través de la democracia: la forma de gobierno menos imperfecta de todas, porque se distancia de tiranías y se aproxima a un mundo social en el que la voz, los deseos, los esfuerzos del individuo se engranan con el bien común. Libertad individual y respeto colectivo.
El concepto de política encaja con la esencia del diseño: ser una disciplina proyectual que da soluciones inteligentes a problemas individuales y de la sociedad. Así lo establece el diseñador y teórico Gui Bonsiepe, quien se ha dedicado full al tema Política y Diseño.
¿Será que volvemos a poner el concepto de diseño -industrial-? Obvio que sí. ¡Faltaba más! Si ya es una tradición en Las Cooltas. Igual puedes indagar más sobre él en Gestión del Diseño.
Libertad y Diseño
Ojo, no confundir libertad con «hago lo que me da la gana, sin mirar a quién». Cada lunes en mi cuenta de twitter hago un recordatorio de lo que considero es. I know, soy una intensa.
La #libertad es el grado de conciencia más elevado. Autodeterminación y respeto al entorno.
— Vif 🕶️ (@latroconis) November 2, 2020
La libertad es la facultad y derecho de las personas para elegir de manera responsable su propia forma de actuar dentro de una sociedad.
Responsabilidad y propiedad. Si el objetivo es crear bienestar, como política de Estado, los esfuerzos deben estar enfocados en garantizar libertad personal, libertad económica y una convivencia armónica, aunque parezca una utopía. Para eso equidad, por encima de igualdad; diversidad, por encima de discriminación.
Es clave potenciar la autonomía, que es la capacidad del individuo a elegir, decidir y asumir sus consecuencias. El diseño es producto de este accionar, pero también es una herramienta para potenciar la libertad y el respeto.
¿Cómo se logra? Creo que de entrada aplicando el humanismo, que significa valorar al ser humano, sus atributos, su condición, sus relaciones, códigos culturales; de ahí lo individual y lo colectivo. El humanismo va de la mano del desarrollo sostenible, así que tiene sentido.
Política, diseño y libertad. Un trío para países golpeados
El diseño es una herramienta clave para una accionar político en el rescate social, económico y ambiental de países golpeados, como Venezuela. La reconstrucción y la reactivación material, y la recomposición cívica y moral podría darse con la implementación de una Política Nacional de Diseño centrada en el respeto a ser humano, la sociedad y el entorno, y enmarcada en el desarrollo sostenible, crecimiento económico y productivo. A nuestro favor, eso ya está avanzadito con los Objetivos de Desarrollo Sostenible 2030, con su accionar se disminuye la desigualdad social y aporta bienestar.
En paralelo. Cuando se atienden las aspiraciones, necesidades y frustraciones de los individuos, se estimula la mejora de la calidad de vida. No confundir con populismo. La empatía bien guiada permite el entendimiento de las personas, la cultura y el entorno, para así generar propuestas de valor ajustadas a la realidad. En consecuencia, se abren las puertas hacia la libertad.
Que así sea.
Si te interesa profundizar en el tema, recomiendo esta plataforma: democracy-design y pasarte por las ideas de Bonsepie, en su libro Diseño y Crisis. También el Instituto Cato y los Objetivos 2030.
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