Objetos y Mujeres, una Historia de Libertad

La libertad es la capacidad de actuar sin restricciones, elegir y tomar decisiones sin coerción.

El feminismo busca eliminar las restricciones que limitan la libertad de las mujeres, como la discriminación, la violencia y los roles de género tradicionales. La libertad de elegir qué estudiar, trabajar, con quién casarse, cómo vestirse y cómo vivir su vida.

«La libertad no se concede, se conquista.»
Simone de Beauvoir

Durante décadas, las mujeres hemos tenido que labrar nuestros derechos: los de propiedad y acción, los políticos y sexuales, los educativos y económicos. Todos y cada uno de ellos. Y seguimos.

El feminismo, desde su primera ola, se ha forjado en paralelo a las revoluciones industriales. Ambos van moldeando nuestro mundo. No es en vano que el uso de ciertos objetos ha sido, y sigue siendo, clave en la emancipación femenina.

Pero la relación entre mujeres y objetos ha existido desde que la humanidad empezó a crear.

En contraposición a ideas preconcebidas, investigaciones antropológicas han determinado que en la sociedad prehistórica un tercio de quienes cazaban eran mujeres. Usaban lanzas, arcos y flechas. Eran sus extensiones.

Y es que, sin distinción de género, la esencia de los objetos es potenciar nuestras habilidades o resolver las debilidades.

Con ellos, los humanos hemos conquistado espacios, modos de vida, evolución y emancipación.

Es por eso que, desde la perspectiva de género, encontramos objetos que han otorgado autonomía, movilidad y expresión a las mujeres.

Los objetos en pro de la libertad de las mujeres

Las mujeres, a lo largo de la historia, hemos tejido una compleja relación con los objetos. Estos, lejos de ser meros instrumentos inertes, han actuado como aliados en la conquista de la autonomía, la movilidad y la expresión, pilares fundamentales de la libertad femenina.

Veamos entonces algunas relaciones objetuales.

Autonomía. La aguja y el telar.

La autonomía es la capacidad de gobernarse a sí misma y tomar decisiones independientes.

El feminismo busca que las mujeres tengan control sobre sus propios cuerpos, vidas y decisiones. La autonomía económica es de las más poderosas para poder decidir sobre su salud reproductiva y sexual, y la participación en la vida política y social.

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Por cientos de años, la costura ha sido un medio productivo para las mujeres. Estos objetos milenarios, las agujas de hueso, en sus inicios, y los telares de origen precolombino, son fundamentales en una de las industrias más lucrativas: la moda. Esta área ha empleado mucha más mano de obra femenina que otros sectores productivos.

Pero la aguja y el telar siempre se han desenvuelto en entornos domésticos, incluso con su mecanización; no es raro que en las casas de nuestras abuelas hubieran máquinas de coser.

Es con la aguja y el telar que las mujeres han confeccionado para sí mismas y para otras personas, han podido ejercer un oficio, gestionar sus horarios y en muchos casos generar ingresos.

Producir potencia la autonomía. Es por eso que la aguja y el telar han ayudado a tejer la independencia económica.

De hecho, la producción y la solvencia son sumamente poderosas y generan progreso. Justamente los orígenes del feminismo se dan en Francia a finales del siglo XVIII con la primera revolución industrial, y esa dupla permite autonomía. Lo hemos abordado en el post de Diseño y Feminismo.

Eso nos enlaza a:

Movilidad. La bicicleta y los bloomers.

La movilidad es definida como la capacidad de moverse libremente de un lugar a otro.

El feminismo busca que las mujeres tengamos acceso a la movilidad física y social, sin restricciones ni riesgos. La posibilidad de viajar, acceder a la educación y al trabajo, y participar en actividades públicas, sin que eso signifique ser las más vulnerables; eso es movilidad.

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A finales del siglo XIX, la bicicleta se convirtió en un objeto de moda en la alta sociedad europea, por eso unas cuantas mujeres de la burguesía fueron sus early users.

La bicicleta se produjo en masa y se abarataron sus costos, es ahí cuando llegó a más personas. Es en ese momento en que las mujeres empiezan a usar la bici, logrando recorrer distancias más largas por cuenta propia. Sus cuerpos les pertenecían.

La bici se convertiría en su cómplice de liberación, y sigue manteniéndose esa relación.

Sin embargo, las mujeres usaban prendas ajustadas y poco prácticas, lo que dificultaba el uso de la bici. Fue entonces cuando Amelia Bloomer, sufragista y usuaria de bicicletas, inventó unos pantalones holgados que cubrían las piernas y que permitían a las mujeres montar en bici con comodidad y sin restricciones; los bloomers.

Un escándalo para la época.

Ha sido gracias a la bicicleta y los pantalones tipo bloomers que las mujeres ganaron movilidad por cuenta propia, o sea, libertad.

La emancipación femenina se impulsó sobre dos ruedas. Sobre esta dupla poderosa hemos escrito.

Y así como la bicicleta, la escritura nos puede llevar a cualquier lado, seguimos con:

Expresión. La máquina de escribir y la computadora personal.

La expresión es la capacidad de comunicar ideas, sentimientos y opiniones.

El feminismo busca que las mujeres tengamos voz propia y podamos comunicarnos y expresarnos libremente en todos los ámbitos de la vida.

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A finales de los años 60, las mujeres comenzaron a tener un mayor papel en la política y la sociedad, y la máquina de escribir portátil se convirtió en una herramienta clave para la expresión de ideas.

De hecho, años antes, la máquina de escribir permitió acceder a trabajos remunerados en oficina, pero en los tiempos de Woodstock y el mayo francés, las mujeres podían llevar su máquina de escribir a cualquier lugar. Se les veía con su Valentine para escribir panfletos, memorias, poemas, que serían la semilla de un bosque de ideas feministas.

Más tarde, la invención de la computadora personal permitió a las mujeres desarrollar habilidades técnicas y artísticas con potencial de crecimiento.

La expresión permite visibilizarnos, la máquina de escribir y la computadora personal son aliadas de la libertad.

Más allá de los objetos: la lucha por la equidad.

La aguja, la bicicleta, la máquina de escribir y otros objetos que se asocian a ellos son solo algunos ejemplos de cómo la tecnología ha contribuido a la emancipación femenina. Sin embargo, la lucha por la equidad aún no termina.

Es necesario seguir trabajando para eliminar las desigualdades de género y construir una sociedad más justa y libre. La educación, la participación política y la lucha por los derechos sexuales y reproductivos son algunos de los frentes en los que se debe seguir trabajando.

La libertad, la autonomía, la movilidad y la expresión son pilares fundamentales del feminismo. Estas ideas se interconectan y se refuerzan mutuamente, creando una base para la construcción de una sociedad más justa e igualitaria para las mujeres.

Y podemos argumentar que:

La libertad es fundamental para la igualdad. No habrá igualdad si las mujeres, todas sin excepción, no podemos elegir cómo vivir nuestras vidas.
La autonomía es esencial para el desarrollo personal. Las mujeres necesitamos tener control sobre nuestros cuerpos y vidas para potenciar las habilidades y posibilidades.
La movilidad es clave para la participación social. Al movernos libres y seguras, las mujeres seremos, aún más, partícipes y transformadoras de la sociedad.
La expresión es necesaria para el cambio social. Las mujeres debemos expresar ideas y opiniones para desafiar las normas discriminatorias y hacer respetar nuestras posiciones y derechos.

En conclusión, las ideas de libertad, autonomía, movilidad y expresión son esenciales para el feminismo. La lucha por la igualdad de género pasa por la defensa y conquista de estas ideas.

Reflexiones finales.

Los objetos han sido testigos y herramientas en la conquista de la libertad femenina. A través de su uso y resignificación, las mujeres han desafiado normas sociales, ganado independencia y transformado su rol en la sociedad.

Este recorrido histórico nos invita a reflexionar sobre el poder de la tecnología para el empoderamiento femenino, y nos impulsa a seguir luchando por un futuro donde las mujeres tengamos las mismas oportunidades y derechos que los hombres.

La relación entre objetos y libertad femenina es una historia en constante construcción.

Para ampliar la información:

Recuerda que la lucha por la libertad femenina es un esfuerzo continuo. Sigamos trabajando juntas para construir un futuro más equitativo para todas.

Viviana Moreno Troconis

Diseñadora MSc de Productos, dibujante y breadlover. Enfocada en conceptualizar y diferenciar proyectos y productos a punta de estrategias de diseño. Andina de rasgos griegos con delirios de buena urbanidad.