¡Tu carrito está actualmente vacío!
🟣 Arquitectura y Feminismo. Visibilizar mujeres creativas
Las mujeres en la arquitectura creamos espacios de diseño y feminismo. Estamos para ser voz y hacer eco, a visibilizar y reivindicar nuestro rol.
Las mujeres en la arquitectura creamos espacios de diseño y de feminismo. Estamos para ser voz y hacer eco, para visibilizar y reivindicar nuestro rol.
https://anchor.fm/s/fb1db7c/podcast/rssEs verdad que nos quedamos calladas en muchas oportunidades. En algunas por no sentir el derecho a reclamar, otras por no querer «alborotar el avispero»; sobre todo cuando estamos en plena reunión con «los clientes más importantes» y un jefe al lado que necesita que todo salga perfecto. Necesitamos reconocerlo, comunicarlo, ganar confianza y alzar la voz; de lo contrario seguirá pasando, y ya no estamos pa’ ésas.
A veces te dan la opción de diseñar parte de un proyecto super importante para el estudio; otras veces sólo eres la que debe ir a plotear, imprimir, servir el café, pagar facturas. Que no les interese nuestro nombre -pero sí nuestros dotes-, en el resultado de un diseño, lo disfrazan con papeleo y gestiones que al final nadie ve ni reconoce.
He trabajado en obras, en estudios de arquitectura, con clientes, jefes, con obreros; con hombres y mujeres, y todo bien, hasta que tu jefe o incluso uno de tus compañeros quiere pasar por encima de ti y llevarse triunfos disfrazados de machismo.
Nos vamos al diccionario:
Machismo: Actitud o manera de pensar de quien sostiene que el hombre es por naturaleza superior a la mujer.
Entonces, tiene todo el sentido del mundo que exista el feminismo, por aquello del balance, de la necesidad de ser:
Doctrina y movimiento social que pide para la mujer el reconocimiento de unas capacidades y unos derechos que tradicionalmente han estado reservados para los hombres.
Feminismo y Arquitectura
Estamos en 2020, sobre la cuarta ola del feminismo (la primera nació a mediados del S. XIX). Ya se ha reclamado nuestros derechos en casa, en la ciudad, en el sufragio, y aún así falta en estas instancias, sobre todo en el espacio público, donde aún tenemos que caminar rápido, no salir tan tarde o no andar a solas para que no nos pase nada.
Es momento del reconocimiento, de los méritos y del talento. Aquí en vainas cooltas estamos apostando por difundir contenido inclusivo y de calidad, pero sobre todo reforzando la idea de que sea creado por mujeres. No es justo que tantas voces femeninas hayan sido y sigan siendo silenciadas; qué afán de que la mujer se quede en casa, cocinando, cuidando a los niños y limpiando el hogar. Oigan, las mujeres también estudiamos, investigamos, solucionamos, hacemos proyectos, renders y hasta dirigimos obras de construcción.
El feminismo no es cancelar a los hombres, es más bien un alza a favor de la igualdad de derechos entre géneros. Y la arquitectura -la madre de todas las artes-, lo reclama.
Lilly Reich, nuestra heroína
Traigo a colación el síndrome de Lilly Reich, porque Vif y yo decidimos que reforzaríamos el hecho de que Vainas Cooltas sea un espacio para alinearnos a la justicia y a la equidad que exige el feminismo, mientras hablamos de arquitectura, diseño y vivencias, y justo al día siguiente sale un artículo sobre «Cómo se invisibiliza a las mujeres en la arquitectura». Lamentablemente en el S. XXI y aún lo padecemos. Felizmente estamos para ser voz y hacer eco de lo que queremos lograr: que nos reconozcan.
Para hacerles el cuento corto, ya luego pueden entrar al artículo y leerlo completito, Lilly Reich fue pareja de Mies van der Rohe (uno de los papás de los helados de la arquitectura moderna), y mientras estuvieron juntos crearon entre otras cosas, el pabellón de Alemania en la exposición universal de Barcelona de 1929, pero a Lilly nunca se le dió reconocimiento, ni siquiera asistió al acto inaugural. Y por eso pasamos toda la vida diciendo «el pabellón de Mies». Juntos diseñaron casas, muebles, sillas, pero evidentemente todo lo que conocemos está a nombre de Mies. Y así nos pasa cuando mencionamos a Le Corbusier, Charles Eames, Alvar Aalto o Robet Venturi -por mencionar algunos-.
Es ahora que el Instituto Mies Van der Rohe propone una beca (a partir de 2018) llamada Lilly Reich, para hacerle honores, e intentar enmendar la plana que en los 50 se llevaron por delante. Falta alzar la voz también de Ray Eames (de quien ya hemos hablado aquí), Aino Aalto, Eileen Gray, Denise Scott y quién sabe cuántas más alrededor. Y por supuesto, de las mujeres de la Bauhaus, ésas que tuvieron que publicar sus proyectos con marca «Bauhaus» o algunas hacerse pasar por hombres, porque qué pena que eran mujeres quienes estaban detrás de las artes, del diseño o la arquitectura. Vif, anota este tema que es importante también divulgarlo.
Como no soy de quedarme sólo con mis cuentos, decidí preguntar en Twitter y en IG -para variar- sobre mansplaining en otras mujeres. De esas mujeres tengo un montoncito de relatos. La una tuvo que hacerse pasar por un hombre para poder que le aceptaran los cambios en un proyecto -tal cual como en la Bauhaus, en los años 20-, a otra un profesor no le importaba que se graduara porque siendo mujer no sería competencia para él. ¡Ja! Por favor. Una chica me contó que por más que le daban la razón, terminaban haciendo lo que un hombre dijo. Y es que pareciera que nos ven más vulnerables en una obra. Algunos todavía piensan que las mujeres estamos sólo para envenenar planos y decorar los espacios.
¿Y el premio Pritzker?
Claro, cinta negra en otorgársele a hombres. Apenas este año, por tercera vez (desde 1979, y ¡epa! que es un premio anual), se le da al talento femenino, y resultaron ser dos. In ya face!
Mientras tanto, Denise Scott (pareja de Robert Venturi) sigue esperando el merecido reconocimiento del Pritzker, el que ganó «su hombre» en 1991 y que apartó completamente a Scott. En esta entrevista nos cuenta cómo no podía asistir a reuniones para hablar de arquitectura, porque era un asunto de «hombres».
Es increíble, cuentos hay tantos, propios, de terceras, aquí, allá, del otro lado del mundo. La arquitectura, el diseño, la vida, ha sido y sigue controlada por el género masculino; pero estoy segura que -como dice Scott y dice Vif aquí-, el diseño y la arquitectura social es un tema femenino, por aquello de la sensibilidad, intuición, prudencia y empatía.
Como siempre hay algo que te hace decidir el rumbo de tus decisiones, en nuestro caso fue Diana Uribe, con su episodio especial sobre «Las mujeres en la historia». Se lo recomendamos.
Comenta